México nos
recibio con mas que los brazos abiertos. Podríamos decir que su gente nos apaño,
nos cuido, nos mimo y nos quiso tanto como nunca lo hubiéramos imaginado.
Mexico es
su gente, su cultura ancestral, su magia y creo que al final de todo su
paisaje.
En Mexico
comenzamos a vivir el viaje desde otra optica. Ya no tuvimos pasajes aereos que
nos marquen una fecha ni tampoco un compromiso con nadie más que con nosotras
mismas.
Los
argentinos viviendo en Mexico y los propios mexicanos, fueron participes y
quienes han delineado nuestra ruta. En Mexico mas que en ningun otro sitio ha
latido la ruta sin parar. En nuestro lenguaje, llamamos Latidos a todas
aquellas personas que se han cruzado en nuestro camino, que han hecho nuestro
camino y que han redireccionado nuestro andar.
